viernes, 4 de octubre de 2013

Un lugar en el mundo (fragmento de la película) Adolfo Aristarain, 1992



No sé por qué vuelvo. No tiene mucho sentido volver después de ocho años o casi nueve. Volver a un lugar que ya no existe… Sigo haciendo cosas sin pensarlo demasiado, sin medir las consecuencias, más o menos como vos: “las leyes de la genética no fallan”, diría mamá. Cuando le dije que me venía, me miró como si estuviera enfermo: deformación profesional, supongo, pero no hizo preguntas. Entendió menos cuando le dije que volvía mañana, que ni siquiera me iba a quedar una noche… Entendió menos o entendió todo: con la vieja nunca se sabe. ¿Para qué voy a gastar guita en hotel? El micro llega por la mañana temprano y se va a las diez de la noche. Tengo doce horas de viaje hasta Buenos Aires para apolillar y casi todo el día para pedalear unos cuantos kilómetros, y tratar de saber por qué vine. Turista no soy, los paisajes no me emocionan, de la gente conocida no queda casi nadie… amigos, ninguno… A lo mejor vengo nada más que para hablar un rato con vos, para contarte algunas cosas que me pasaron, para decirte lo que pienso hacer: estoy en una edad de mierda en la que estás obligado a tomar decisiones y justamente lo que menos tenés ganas de hacer es tomar decisiones. No te preocupes: no vuelvo para saber quién es mi padre ni para conocerte realmente, ni para descubrir tus zonas oscuras… no va por ahí la cosa. Siempre fuiste un tipo transparente, sólido como una pared, pero transparente. Y si a veces no te entendía, no era culpa tuya. No era culpa mía tampoco. Era muy chico para entender algunas cosas. Cuando empecé a entender las cosas de los mayores fue porque, sin darme cuenta, había dejado de ser chico. A lo mejor vine para acordarme bien de todo lo que pasó aquel invierno. Me gustaría conocer tu versión: yo conozco sólo parte de la historia. Algunas cosas las viví, otras las escuché o las espié. A lo mejor vine porque me di cuenta de que se me estaban borrando y me dio bronca. No se puede ser tan imbécil. Hay cosas de las que uno no puede olvidarse, no tiene que olvidarse, aunque duelan…



Pensando en ti, Mägo de Oz

Hay veces que...
mi alma baila tangos con la soledad
y necesito de tabla, tu amor
para asirme a ella en mi tempestad.

Pensando en ti
paso el día pensando en ti.
Enséñame a escuchar tus labios
a leer el sol
llévame...
a donde los sueños fabrican tu voz.

Pensando en ti
acuno mi alma
pensando en ti.
¿Dónde estás?
tengo miedo, ayúdame a caminar
pues nunca solo yo podré encontrar
la forma de ser libre, quiero descansar...
pensando en ti
duermo el odio
pensando en ti
paso el día pensando en ti.



Significado y origen del símbolo &




El signo &, cuyo nombre en español es et, es una alternativa gráfica de la conjunción copulativa latina et, que significa y de la que deriva la española «y».



Es conocido por su nombre en inglés ampersand, proveniente a su vez de la expresión and per se and, es decir, «y por sí mismo, y», usada como parte de la retahíla para la memorización del alfabeto.



Evolución de la ligadura &: 1-3,cursivas romanas de los siglos II-IV; 4-5,
minúsculas medievales de los siglos VI-VII; 6, minúscula carolingia, s. IX.

Deriva del latín de donde el signo pasó a diversos idiomas, incluido el español. Su uso en nuestra lengua es superfluo, pues no resulta económico (a diferencia de otros idiomas) ya que la conjunción copulativa y tiene una grafía más breve y sencilla. En textos españoles antiguos es frecuente encontrarlo empleado en la expresión latina adoptada et cetera, en las formas &c. o &cetera.

Un uso extendido es el que persiste en la bibliografía académica en inglés, en la enumeración de los autores, incluidas la expresión como & al. (del latín et alii, plural masculino, oet alia, plural neutro) que se traduce como «y otros».


Como se observa en la lista de letras de Byrhtferð (año 1011), este signo «&» fue considerado a menudo como una letra más al final del alfabeto latino.


El signo en sí es una ligadura —combinación de diseño de dos letras en un único grafema, usado primero para aumentar la velocidad de la escritura manual— desarrollada por Marcus Tullius Tiro, secretario del gran orador romano Cicerón. Para poder registrar los discursos y la correspondencia dictada por este último, Tiro, que era un esclavo liberto, inventó varias formas de acelerar la escritura, siendo por ello considerado el padre de la taquigrafía. En la Edad Media o en los primeros tiempos de la imprenta el uso de ligaduras era muy común, en este caso por la economía de espacio, cuando la materia prima —pergamino o papel— añadía mucho al precio de los libros.





En la tipografía de la derecha es evidente el origen de la ligaduraet.




El símbolo fue usado en el antiguo Imperio romano, y su uso data del primer siglo d.C. Se adjudica su invención a Marcus Tullius Tiro.


Para el siglo VIII d.C., la caligrafía oriental estaba bien desarrollada, particularmente en la forma uncial, escritura insular y minúscula carolingia. Los calígrafos hicieron un extensivo uso del et, ya que la condensación de una palabra en una sola letra hacía su trabajo más fácil. Durante aquel tiempo, se desarrolló una versión mucho más comprimida del et. Normalmente se le llama ampersand "Romana".




El et romano a la izquierda se encuentra estilizado,
pero la forma itálica a la derecha revela sus orígenes de la palabra del latín et.




La función de & en inglés es servir de abreviatura de and, en español es totalmente innecesaria su presencia, pues no es costumbre abreviar la conjunción “y”.


Usos en informática

En el contexto de los lenguajes de programación (como el C) el «&» simboliza una operación ‘AND’ (conjunción) bit-a-bit, mientras que dos «&&» (El lenguaje de programación Ruby y Gobstones aceptan esta forma) simbolizan la conjunción lógica ‘AND’. También se utiliza este símbolo como «operador de dirección» si se coloca justo delante del nombre de una variable. Por ejemplo, «&a» representa la dirección de memoria de la variable «a» cuando previamente se ha definido el puntero correspondiente. Esto se usa, principalmente, para el llamado «paso de argumentos por referencia». En otros lenguajes como el BASIC —aunque más específicamente en derivados del mismo (como VBA, VBS y Visual Basic) —, el signo se usa para concatenar variables de texto (como en la instrucción: msgbox "La variable vale " & a). En los dialectos BASICA, QBASIC y VBA, el operador funciona también como sufijo de tipo entero largo.

En HTML se usa al comienzo de los códigos de entidad con que se designan los caracteres especiales: los ejemplos más típicos son &gt; &lt;, y &amp; (>, < y &, respectivamente).

En Internet y direcciones web, & simboliza la separación de variables pasadas mediante GET.

En Excel, se usa para concatenar celdas.

En la línea de comando (CLI) de Bash (Bourne Again Shell) Zbash, etc usadas en Unix, GNU/Linux y *BSD se usa & al final de una orden para ejecutarla en segundo plano.



Fuente:
http://es.wikipedia.org


Larga distancia, León Molina





Hemos estado juntos

durante muchos años

y sin embargo yo

no he parado de perseguirte.

Si alargaba mi brazo

tu cuerpo se ofrecía a la caricia

pero yo buscaba no sé

algo como acariciarte por dentro.

Siempre que emprendí el viaje

estabas cerca susurrando “vamos”

cuando mi anhelo era no sé

algo como llevarte junto a mí

sin que estuvieras y que la suerte

tuviera bien atado nuestro encuentro.

Si en la dificultad mis ojos

buscaban en la lejanía

tú andabas por allí confiada

canturreando nuestras canciones

pero yo esperaba no sé

quizá como que tú entonaras

himnos tristes para mi pena.

Toda la vida rebosante

de ti y al mismo tiempo

buscando algo no sé

como rellenar un vacío.

Hasta comprender que el amor

es esto esta carrera cruel

que te ofrece unos metros de ventaja.

Después de tantos años

todo está bien ahora.

He llegado hasta ti

aquí te tengo ya

sólo a un pequeño esfuerzo

si acaso yo lo hiciera.